Confundir
el amor con la obsesión es uno de los males más recurrentes y que más nos
cuesta identificar, ya que una vez que nos encontramos en un lapso de
obsesión nunca sabremos cuándo hay que decir adiós, se pueden acumular miles de
fracasos y continuar en la misma ruta infinitamente… insisto, infinitamente. La
prueba inequívoca es el Cruz Azul, cada inicio de torneo es el club más
presionado por conseguir el campeonato, y al menos en los últimos 18
años, uno de los que peores decisiones toma. Incapaz de manejar esa presión y
hacerla una exigencia positiva para que sus jugadores realmente sientan la
motivación de ganar, la prueba clara es el presente torneo: contrataciones que
llegan tarde, refuerzos que no funcionan, técnicos sin variantes, presidentes
deportivos que parecen faltos de carácter, y claro, resultados que no llegan.
Evidentemente, como todo en la vida, no se trata de renunciar con las primeras
complicaciones pero si saber cuándo no podemos hacer más y es mejor
buscar un nuevo lugar para conseguir los mismos objetivos. Dejar una presidencia
deportiva, cambiar de equipo en busca de minutos, usar la trayectoria como
jugador para seguir activo en otro giro; hay miles de caminos que se pueden
seguir para tratar de lograr llegar a la meta que originalmente nos trazamos,
pero pensar que hacer lo mismo nos llevará a algo diferente es el error más
común… y eso es lo que lleva haciendo infinitamente Cruz Azul. Personalmente
desde que se anunció al nuevo director técnico decidí sacrificar años de
lealtad incondicional y apoyar de “lejistos” (no me importa si el termino
existe o no, es mi forma de describir el no apoyo incondicional), de alguna
forma ser aficionado también tiene como obligación cuestionar y castigar las
malas decisiones, no sólo es solapar y amar infinitamente
NOTA:
El método está comprobado, a mí me ha funcionado (sobre todo) con la selección
mexicana.
La hora
del diablo
23:30
horas serán aproximadamente cuando haya finalizado la pelea de Miguel Ángel
Cotto y Saúl 'Canelo' Álvarez, para ese momento ya sabremos si Saúl
ha podido ganar y consagrar su carrera, dejando de lado todo eso que en años
anteriores había quedado a deber, y por fin se encarrila a convertirse en ídolo
del boxeo nacional. ¿Ídolo?, si… ídolo, en México sobra boxeadores pero faltan
figuras, al menos desde que la edad alcanzo a Juan Manuel Márquez no hemos
podido ver un verdadero pugilista que pueda combinar talento, carisma, club de
fans y detractores. Los deportistas mexicanos pueden saber que están haciendo
bien las cosas cuando tienen el mismo número de seguidores que de
descalificadores, para ejemplos están Javier Hernández, Ana Gabriela Guevara y
Julio Cesar Chávez, los 3 tuvieron que “pelear” contra sus opositores
para dejar claro que podían competir y ganarle a los mejores del mundo ¿Cuál
fue su éxito?... ganar, ganar y ganar. Si ocurriera todo lo contrario y “el
canelo” perdiera, seguramente su carrera tomará un rumbo donde ya le será
difícil regresar, sus detractores aprovecharan para remarcar que su trayectoria
fue construida por las televisoras en lugar de ganada en los cuadriláteros. Es
así como como Saúl tendrá una cita con el diablo al enfrentar a Cotto, estará
ante la oportunidad de perder y ser un peleador más o ganar y
vender su alma a la eternidad de los ídolos nacionales; veremos que elige.
Ponme
mi rola
La
canción para escuchar este fin de semana es La bestia pop, magnifica canción de
patricio rey y sus redonditos de ricota… dense la oportunidad
Saber
seguir
Hay que
leer a @rafaramosESPN, opiniones muy buenas y con
un toque de humor